Daniel
Miembro Conocido
He buscado la manera
de escribir estas palabras,
pero la angustia me quema
en lo profundo del alma;
nuestro amor es un poema
que va más allá del karma
y sin embargo se estrella
en un cadalso de magma.
Somos ríos en la cuenca,
dos pájaros en bandada,
la brisa que sopla lenta
sobre los cotos de caza;
la risa que surge presta,
mil caricias desbordadas
y el néctar de las abejas
polinizando la calma.
Al mismo tiempo, harneros
de nuestra propia metralla,
veneno de las cruceras,
inventores de cizaña;
el valle que se reseca
con las disputas del alba
y excremento que se seca
en un desierto sin larvas.
Por eso hoy mi condena
es partir hacia la nada,
con la mirada funesta
de un futuro sin mañana;
mi corazón se despeña
por un abismo de rabia,
porque el olvido es quimera
donde se apagan las brasas.
de escribir estas palabras,
pero la angustia me quema
en lo profundo del alma;
nuestro amor es un poema
que va más allá del karma
y sin embargo se estrella
en un cadalso de magma.
Somos ríos en la cuenca,
dos pájaros en bandada,
la brisa que sopla lenta
sobre los cotos de caza;
la risa que surge presta,
mil caricias desbordadas
y el néctar de las abejas
polinizando la calma.
Al mismo tiempo, harneros
de nuestra propia metralla,
veneno de las cruceras,
inventores de cizaña;
el valle que se reseca
con las disputas del alba
y excremento que se seca
en un desierto sin larvas.
Por eso hoy mi condena
es partir hacia la nada,
con la mirada funesta
de un futuro sin mañana;
mi corazón se despeña
por un abismo de rabia,
porque el olvido es quimera
donde se apagan las brasas.