JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Nadie se fija
en tu apagada mirada,
mate, sin brillo,
entre arrugas incrustada.
Nadie pierde el tiempo
en leer lo que dicen,
no quieren saber
todo lo que viviste.
Eres su bola de cristal,
en ti ven su futuro,
les espanta envejecer,
la muerte, el fin seguro.
Cada surco de tu frente
de un dolor ha parido.
A cada momento perdida
en un pensamiento oscuro.
Tantos días confundidos
por su monótona sucesión,
tantas horas de fatiga
para llegar al final
engullendo la tierra
tu enjuta carne mortal,
de un clavo ardiente asida
que aun tu mano no suelta
arrastrándote por la vida
en que ya todo es cuesta.
Ese esperar sin ilusión ni esperanza
eso que tanto miedo levanta.
Tantos años te costó,
tanto luchar en la vida
que un paso más no cuesta,
lo que cuesta es parar
después de tanto andar
sin conocer el descanso,
acostumbrada a mirar
perdida en el futuro,
ya no ves al otear
solo un túnel oscuro.
Todos intentan esquivar
esa mirada traidora
que les dice
lo que no quieren oír
y les revela
lo que nadie ignora.
Mírame, vieja, mírame
yo ya sé lo que va a suceder
y no lo puedo temer.
Posibilidad no hay otra.
en tu apagada mirada,
mate, sin brillo,
entre arrugas incrustada.
Nadie pierde el tiempo
en leer lo que dicen,
no quieren saber
todo lo que viviste.
Eres su bola de cristal,
en ti ven su futuro,
les espanta envejecer,
la muerte, el fin seguro.
Cada surco de tu frente
de un dolor ha parido.
A cada momento perdida
en un pensamiento oscuro.
Tantos días confundidos
por su monótona sucesión,
tantas horas de fatiga
para llegar al final
engullendo la tierra
tu enjuta carne mortal,
de un clavo ardiente asida
que aun tu mano no suelta
arrastrándote por la vida
en que ya todo es cuesta.
Ese esperar sin ilusión ni esperanza
eso que tanto miedo levanta.
Tantos años te costó,
tanto luchar en la vida
que un paso más no cuesta,
lo que cuesta es parar
después de tanto andar
sin conocer el descanso,
acostumbrada a mirar
perdida en el futuro,
ya no ves al otear
solo un túnel oscuro.
Todos intentan esquivar
esa mirada traidora
que les dice
lo que no quieren oír
y les revela
lo que nadie ignora.
Mírame, vieja, mírame
yo ya sé lo que va a suceder
y no lo puedo temer.
Posibilidad no hay otra.
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