Marcela
Miembro Conocido
Me levanto temprano
a besar la mañana, agradecida.
Camino mi día
entre hojas crujientes y nuevas
y sabores que aún me sorprenden.
Es el sol de la tarde
que me abraza entre números y resoluciones.
Me recibe el atardecer
y el amor a la vuelta de la esquina,
acelera mis latidos estremeciéndome.
Al llegar la noche,
cuando los faroles se encienden
en busca de una luz extenuada
por el trajín de haber vivido,
recibo el mejor premio,
el beso de mis hijos.
Y al día siguiente,
me levanto temprano…
a besar la mañana, agradecida.
Camino mi día
entre hojas crujientes y nuevas
y sabores que aún me sorprenden.
Es el sol de la tarde
que me abraza entre números y resoluciones.
Me recibe el atardecer
y el amor a la vuelta de la esquina,
acelera mis latidos estremeciéndome.
Al llegar la noche,
cuando los faroles se encienden
en busca de una luz extenuada
por el trajín de haber vivido,
recibo el mejor premio,
el beso de mis hijos.
Y al día siguiente,
me levanto temprano…