Olimpia Era
Miembro Conocido
Vivir viendo
De todos es sabido
y, si no lo digo yo,
que tarde o temprano
una persona ciega seré.
No me importe este destino,
pues yo nunca esperé,
que Dios tuviera este tino
y me concediera tantos años,
sin haber sufrido el daño.
En este tiempo robado,
he aprendido a ver
y comprender, sin saber,
la hermosura que nos rodea.
Así, cuando no vea,
y alguien me explique una idea,
yo la sabré comprender.
He visto puestas de sol
de muchos y distintos colores,
he gozado de la hermosura
de las flores.
Disfruto y disfruté,
de las caritas sonrosadas
de los bebés,
del verde de las praderas,
de los distintos colores
que tienen las flores.
Conocí preciosos animales
que podré reconocer,
solo con poderlos coger.
Algunos, como los caballos,
con su sonido sabré,
que son equinos
y bellos los imaginaré.
No importa que no vea
si tengo mis otros sentidos,
como el del tacto, para tocar
y lo más suave admirar.
El oído para los más bellos
sonidos escuchar y disfrutar.
El olfato para poder distinguir
el aroma de las flores
y junto con el gusto,
reconocer los sabores.
Como se puede apreciar,
no es muy importante
que mi vida siga adelante,
sin volver a ver el arco iris,
si puedo disfrutar de todo
lo que me da la vida.
Aprenderé a vivir
y a hacerme útil
si, cuando llegue el momento,
me lo permite la edad
y de mi boca no saldrá lamento
y seguiré contento,
si Dios me deja vivir.
Olimpia Era
De todos es sabido
y, si no lo digo yo,
que tarde o temprano
una persona ciega seré.
No me importe este destino,
pues yo nunca esperé,
que Dios tuviera este tino
y me concediera tantos años,
sin haber sufrido el daño.
En este tiempo robado,
he aprendido a ver
y comprender, sin saber,
la hermosura que nos rodea.
Así, cuando no vea,
y alguien me explique una idea,
yo la sabré comprender.
He visto puestas de sol
de muchos y distintos colores,
he gozado de la hermosura
de las flores.
Disfruto y disfruté,
de las caritas sonrosadas
de los bebés,
del verde de las praderas,
de los distintos colores
que tienen las flores.
Conocí preciosos animales
que podré reconocer,
solo con poderlos coger.
Algunos, como los caballos,
con su sonido sabré,
que son equinos
y bellos los imaginaré.
No importa que no vea
si tengo mis otros sentidos,
como el del tacto, para tocar
y lo más suave admirar.
El oído para los más bellos
sonidos escuchar y disfrutar.
El olfato para poder distinguir
el aroma de las flores
y junto con el gusto,
reconocer los sabores.
Como se puede apreciar,
no es muy importante
que mi vida siga adelante,
sin volver a ver el arco iris,
si puedo disfrutar de todo
lo que me da la vida.
Aprenderé a vivir
y a hacerme útil
si, cuando llegue el momento,
me lo permite la edad
y de mi boca no saldrá lamento
y seguiré contento,
si Dios me deja vivir.
Olimpia Era
