• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

Ya Te Sentía Lejana

Arturo González

Miembro Activo
[h=5]Ya Te Sentía Lejana[/h][h=5]Ya te sentía lejana,
Ya mis ojos te veían tan distante
Y tan extraña.

Y ahora llegas con tu odioso estandarte,
Sin gota de gloria en tu cara;
Soledad, eres la más barata amante.

Llegas a mi cual pérfida cortesana,
Hoy, que no tengo nada que darte.
Fácil cual eres, aquí en mi cama,
Y no tienes ni pista de como consolarme;
Pero estás aquí, con celo y con ganas,
Hoy, que ya no tengo que entregarte.

No puedo quemar mis letanías,
Soledad,
No voy a derrumbar el nicho
Complaciendo tu porfía,
Ni he de cargar con tu sinismo,
Ni regodearme en tu risa.

¡En verdad eres una amante despiadada!
Tu abrazo es un escozor que ya desconocía.
Vienes desde lejos y me arrastras a la nada,
Y yo sentado en la cima, el rey en su colina.
Tu mano es fría, tu companía insana;
Robas con tu beso el fuego de mis lozanías.

No me seduzcas tan rápido,
No me provoques a tu disimulado encanto.
Ya no soy un amante tan fácil;
Ya he olvidado tus ropas y olvidado tu tacto.
No coquetees con mi paciencia;
Nunca te dí mis días; nunca hicimos un pacto.

¡No, soledad! ¡No voy a darte mi indulgencia!
¡Ya no tienes la entereza de antaño!
No puedes ya comprar mis querencias,
Y aunque estás aquí, no me haces daño;
Amor reina en mi, y el olvido ya no tiene regencia;
Pero si te sientes sola, te acompaño.

Ya te sentía distante,
Ya te veía a lo lejos, como ausente,
Como desaparecida, soledad.
Y hoy vienes a mi como amante en celo;
Pero ya no tengo el ánimo de quererte...
Ya no soy ni la sombra de tus placeres.
[/h][h=5]Julio 1, 2013.[/h]
 
Ya Te Sentía Lejana

Ya te sentía lejana,
Ya mis ojos te veían tan distante
Y tan extraña.

Y ahora llegas con tu odioso estandarte,
Sin gota de gloria en tu cara;
Soledad, eres la más barata amante.

Llegas a mi cual pérfida cortesana,
Hoy, que no tengo nada que darte.
Fácil cual eres, aquí en mi cama,
Y no tienes ni pista de como consolarme;
Pero estás aquí, con celo y con ganas,
Hoy, que ya no tengo que entregarte.

No puedo quemar mis letanías,
Soledad,
No voy a derrumbar el nicho
Complaciendo tu porfía,
Ni he de cargar con tu sinismo,
Ni regodearme en tu risa.

¡En verdad eres una amante despiadada!
Tu abrazo es un escozor que ya desconocía.
Vienes desde lejos y me arrastras a la nada,
Y yo sentado en la cima, el rey en su colina.
Tu mano es fría, tu companía insana;
Robas con tu beso el fuego de mis lozanías.

No me seduzcas tan rápido,
No me provoques a tu disimulado encanto.
Ya no soy un amante tan fácil;
Ya he olvidado tus ropas y olvidado tu tacto.
No coquetees con mi paciencia;
Nunca te dí mis días; nunca hicimos un pacto.

¡No, soledad! ¡No voy a darte mi indulgencia!
¡Ya no tienes la entereza de antaño!
No puedes ya comprar mis querencias,
Y aunque estás aquí, no me haces daño;
Amor reina en mi, y el olvido ya no tiene regencia;
Pero si te sientes sola, te acompaño.

Ya te sentía distante,
Ya te veía a lo lejos, como ausente,
Como desaparecida, soledad.
Y hoy vienes a mi como amante en celo;
Pero ya no tengo el ánimo de quererte...
Ya no soy ni la sombra de tus placeres.


Julio 1, 2013.

Siempre llega
cuando uno menos la espera,
y nos enturbia la vida
y nos nubla los sentidos
nos llena de tristezas y congojas.
Muy buena poesía,un placer pasar,
un fuerte abrazo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Ya Te Sentía Lejana

Ya te sentía lejana,
Ya mis ojos te veían tan distante
Y tan extraña.

Y ahora llegas con tu odioso estandarte,
Sin gota de gloria en tu cara;
Soledad, eres la más barata amante.

Llegas a mi cual pérfida cortesana,
Hoy, que no tengo nada que darte.
Fácil cual eres, aquí en mi cama,
Y no tienes ni pista de como consolarme;
Pero estás aquí, con celo y con ganas,
Hoy, que ya no tengo que entregarte.

No puedo quemar mis letanías,
Soledad,
No voy a derrumbar el nicho
Complaciendo tu porfía,
Ni he de cargar con tu sinismo,
Ni regodearme en tu risa.

¡En verdad eres una amante despiadada!
Tu abrazo es un escozor que ya desconocía.
Vienes desde lejos y me arrastras a la nada,
Y yo sentado en la cima, el rey en su colina.
Tu mano es fría, tu companía insana;
Robas con tu beso el fuego de mis lozanías.

No me seduzcas tan rápido,
No me provoques a tu disimulado encanto.
Ya no soy un amante tan fácil;
Ya he olvidado tus ropas y olvidado tu tacto.
No coquetees con mi paciencia;
Nunca te dí mis días; nunca hicimos un pacto.

¡No, soledad! ¡No voy a darte mi indulgencia!
¡Ya no tienes la entereza de antaño!
No puedes ya comprar mis querencias,
Y aunque estás aquí, no me haces daño;
Amor reina en mi, y el olvido ya no tiene regencia;
Pero si te sientes sola, te acompaño.

Ya te sentía distante,
Ya te veía a lo lejos, como ausente,
Como desaparecida, soledad.
Y hoy vienes a mi como amante en celo;
Pero ya no tengo el ánimo de quererte...
Ya no soy ni la sombra de tus placeres.


Julio 1, 2013.

Arturo unos versos muy sentidos,la soledad es ese amargo trago que inunda el ser y enmudece el alma la carga de silencio y la deja en la impavidez del desarraigo,precisos versos,excelente poema,gracias por compartir,un beso grande.
 
Vaya forma de versar. La soledad es una elección, siempre podemos alejarlo o dejarlo dormitar sin tener que ser cadena . Ha sido un placer leerte. Abrazos y bendiciones.
 
Última edición:

Sofia Pérez

Miembro Conocido
Ya Te Sentía Lejana

Ya te sentía lejana,
Ya mis ojos te veían tan distante
Y tan extraña.

Y ahora llegas con tu odioso estandarte,
Sin gota de gloria en tu cara;
Soledad, eres la más barata amante.

Llegas a mi cual pérfida cortesana,
Hoy, que no tengo nada que darte.
Fácil cual eres, aquí en mi cama,
Y no tienes ni pista de como consolarme;
Pero estás aquí, con celo y con ganas,
Hoy, que ya no tengo que entregarte.

No puedo quemar mis letanías,
Soledad,
No voy a derrumbar el nicho
Complaciendo tu porfía,
Ni he de cargar con tu sinismo,
Ni regodearme en tu risa.

¡En verdad eres una amante despiadada!
Tu abrazo es un escozor que ya desconocía.
Vienes desde lejos y me arrastras a la nada,
Y yo sentado en la cima, el rey en su colina.
Tu mano es fría, tu companía insana;
Robas con tu beso el fuego de mis lozanías.

No me seduzcas tan rápido,
No me provoques a tu disimulado encanto.
Ya no soy un amante tan fácil;
Ya he olvidado tus ropas y olvidado tu tacto.
No coquetees con mi paciencia;
Nunca te dí mis días; nunca hicimos un pacto.

¡No, soledad! ¡No voy a darte mi indulgencia!
¡Ya no tienes la entereza de antaño!
No puedes ya comprar mis querencias,
Y aunque estás aquí, no me haces daño;
Amor reina en mi, y el olvido ya no tiene regencia;
Pero si te sientes sola, te acompaño.

Ya te sentía distante,
Ya te veía a lo lejos, como ausente,
Como desaparecida, soledad.
Y hoy vienes a mi como amante en celo;
Pero ya no tengo el ánimo de quererte...
Ya no soy ni la sombra de tus placeres.


Julio 1, 2013.

Tantas veces llega a nuestra vida
sin llamarla,sin buscarla
y nos llena de sentimientos como los
que tu expresas en tu maravillosa y melancólica
poesía que por cierto es hermosa.
Un saludo
 
Bien por ti que estas derrotando a la soledad, que si bien es cierto a veces es una decisión otras se transforma en nuestra compañera inseparable, causándonos daño y rencor. Muy bello poema, gracias por compartir Arturo, un beso.
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba