Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Yo no puedo ofrecerte ni diamantes
ni diademas de perlas y oro fino.
Sí que pude, quizás, hacerlo antes
pero aciago y traidor fue mi Destino.
Aquel joven, un día poderoso,
desterrado se vio de su Universo.
Pero sigue viviendo y, ¡cuán hermoso!,
es poder escribir con arte un verso.
Y estos versos te escribo, ¡vida mía!,
con el único afán de complacerte.
Porque sé que te agradan y alegría
te han de dar, y placer, si tengo suerte.
Son las joyas que sólo puedo darte:
Mi cariño, mi amor, mi humilde Arte.
ni diademas de perlas y oro fino.
Sí que pude, quizás, hacerlo antes
pero aciago y traidor fue mi Destino.
Aquel joven, un día poderoso,
desterrado se vio de su Universo.
Pero sigue viviendo y, ¡cuán hermoso!,
es poder escribir con arte un verso.
Y estos versos te escribo, ¡vida mía!,
con el único afán de complacerte.
Porque sé que te agradan y alegría
te han de dar, y placer, si tengo suerte.
Son las joyas que sólo puedo darte:
Mi cariño, mi amor, mi humilde Arte.