El ruin abrió la puerta al calvario, y sin piedad arrugó a su corazón,
sus heridas buscan siempre la razón, pero en vano, otra herida nace a diario.
Llama a las puertas por justicia, implorando que acabe el maltrato,
nadie escucha en el fondo el arrebato, y no entiende el porqué de la malicia...