Y te me hiciste viejo…
con la guerrera puesta,
inédito cultivador de sueños
de tantas rosas y cosechas,
fruto de azúcar y sal
en insigne fortaleza;
con mil años y mil letras,
caballero de armaduras
de sensoriales y suaves sedas.
Son tus manos santas
y tus leves dedos que vuelan,
cual...