Te veo en silencio
y no puedo adivinar
lo que guarda tu pecho
solo puedo esperar
que todo te sane por dentro
porque no hablas
de lo que se muere lento.
Siempre que callas
y sueltas mi mano
respiro profundo
me siento profano
como un viejo inmundo
mendigando cariño.
Tal vez es que siempre...
Por mi pelo encanecido
puedo medir el tiempo
que ha pasado, a veces lento
otras, un tornado enfurecido.
Sin embargo no me pesa
el camino recorrido
solo pesa el olvido
y los labios que no besan
mi frente llena de grietas.
Estas manos van abiertas
aunque nada encontrarán
mi sendero está vacío...