• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

Demente

Otra vez la avisto encima, regresó mi racha mala,
agrediendo como siempre, con su proceder procaz,
solapada, irreverente, sin respeto a la antesala,
repentina, lacerante, pavorosa y pertinaz.


Su película macabra trajo en áspera versión,
más perversa, despiadada, tempestuosa y draconiana;
predispuesta en la ocasión a guardarme en su prisión,
y quitarme para siempre mi jirón de mente sana.


Su punzante melodía me tomó desprevenido:
un silencio inescrutable, cual indicio de la nada,
un vacío sempiterno que taladra en el oído
y parece ser un eco de su bruna carcajada.


Me condujo al fondo oscuro de su tétrica tiniebla,
fulminándome el sosiego y quebrando mi cerebro,
arrastrándome a parajes donde reina turbia niebla,
donde a cada paso caigo y psicótico me quiebro.


Se ha colado en mi interior poseyéndome la entraña,
y un sabor acerbo capto inundándome la boca;
ya percibo el corazón -preso de su telaraña-
a merced de su aguijón que devasta cuanto toca.


Siento su mortal veneno recorriéndome las venas,
y mi sensatez infecta con su fétida poción;
y en esa baldía lucha con mi vendaval de penas,
noto de mi raciocinio su inminente destrucción.


Mi mirada está sombría, dilatada la pupila,
y aunque lágrimas no fluyen su torrente va por dentro;
y mi lerda mente enferma poco a poco se aniquila
entre mil demonios sueltos que concurren a su encuentro.


Sufro angustia y desazón, conmociones en el pecho,
una asfixia sin razón, un dolor indefinido,
y un descenso por un foso, tan umbroso como estrecho,
donde tengo la noción de que todo está perdido.


En mi mente van y vienen mil imágenes confusas,
que discurren incesantes en errática secuencia;
sus inciertas traslaciones, asimétricas, obtusas,
son cabriolas misteriosas de infinita incoherencia.


Llega entonces estruendosa la anarquía radical:
son afines bien y mal; lo sensato, lo incongruente,
lo trivial, lo trascendente, lo ilusorio y lo real…
ese cosmos inaudito exclusivo de un demente.
 
Se ha colado en mi interior poseyéndome la entraña,
y un sabor acerbo capto inundándome la boca;
ya percibo el corazón -preso de su telaraña-
a merced de su aguijón que devasta cuanto toca.

Admirable tu pluma mi querido Jorge. Besos con cariño.
 
Otra vez la avisto encima, regresó mi racha mala,
agrediendo como siempre, con su proceder procaz,
solapada, irreverente, sin respeto a la antesala,
repentina, lacerante, pavorosa y pertinaz.


Su película macabra trajo en áspera versión,
más perversa, despiadada, tempestuosa y draconiana;
predispuesta en la ocasión a guardarme en su prisión,
y quitarme para siempre mi jirón de mente sana.


Su punzante melodía me tomó desprevenido:
un silencio inescrutable, cual indicio de la nada,
un vacío sempiterno que taladra en el oído
y parece ser un eco de su bruna carcajada.


Me condujo al fondo oscuro de su tétrica tiniebla,
fulminándome el sosiego y quebrando mi cerebro,
arrastrándome a parajes donde reina turbia niebla,
donde a cada paso caigo y psicótico me quiebro.


Se ha colado en mi interior poseyéndome la entraña,
y un sabor acerbo capto inundándome la boca;
ya percibo el corazón -preso de su telaraña-
a merced de su aguijón que devasta cuanto toca.


Siento su mortal veneno recorriéndome las venas,
y mi sensatez infecta con su fétida poción;
y en esa baldía lucha con mi vendaval de penas,
noto de mi raciocinio su inminente destrucción.


Mi mirada está sombría, dilatada la pupila,
y aunque lágrimas no fluyen su torrente va por dentro;
y mi lerda mente enferma poco a poco se aniquila
entre mil demonios sueltos que concurren a su encuentro.


Sufro angustia y desazón, conmociones en el pecho,
una asfixia sin razón, un dolor indefinido,
y un descenso por un foso, tan umbroso como estrecho,
donde tengo la noción de que todo está perdido.


En mi mente van y vienen mil imágenes confusas,
que discurren incesantes en errática secuencia;
sus inciertas traslaciones, asimétricas, obtusas,
son cabriolas misteriosas de infinita incoherencia.


Llega entonces estruendosa la anarquía radical:
son afines bien y mal; lo sensato, lo incongruente,
lo trivial, lo trascendente, lo ilusorio y lo real…
ese cosmos inaudito exclusivo de un demente.

Formidable poema
detallado perfectamente
un fuerte abrazo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Otra vez la avisto encima, regresó mi racha mala,
agrediendo como siempre, con su proceder procaz,
solapada, irreverente, sin respeto a la antesala,
repentina, lacerante, pavorosa y pertinaz.


Su película macabra trajo en áspera versión,
más perversa, despiadada, tempestuosa y draconiana;
predispuesta en la ocasión a guardarme en su prisión,
y quitarme para siempre mi jirón de mente sana.


Su punzante melodía me tomó desprevenido:
un silencio inescrutable, cual indicio de la nada,
un vacío sempiterno que taladra en el oído
y parece ser un eco de su bruna carcajada.


Me condujo al fondo oscuro de su tétrica tiniebla,
fulminándome el sosiego y quebrando mi cerebro,
arrastrándome a parajes donde reina turbia niebla,
donde a cada paso caigo y psicótico me quiebro.


Se ha colado en mi interior poseyéndome la entraña,
y un sabor acerbo capto inundándome la boca;
ya percibo el corazón -preso de su telaraña-
a merced de su aguijón que devasta cuanto toca.


Siento su mortal veneno recorriéndome las venas,
y mi sensatez infecta con su fétida poción;
y en esa baldía lucha con mi vendaval de penas,
noto de mi raciocinio su inminente destrucción.


Mi mirada está sombría, dilatada la pupila,
y aunque lágrimas no fluyen su torrente va por dentro;
y mi lerda mente enferma poco a poco se aniquila
entre mil demonios sueltos que concurren a su encuentro.


Sufro angustia y desazón, conmociones en el pecho,
una asfixia sin razón, un dolor indefinido,
y un descenso por un foso, tan umbroso como estrecho,
donde tengo la noción de que todo está perdido.


En mi mente van y vienen mil imágenes confusas,
que discurren incesantes en errática secuencia;
sus inciertas traslaciones, asimétricas, obtusas,
son cabriolas misteriosas de infinita incoherencia.


Llega entonces estruendosa la anarquía radical:
son afines bien y mal; lo sensato, lo incongruente,
lo trivial, lo trascendente, lo ilusorio y lo real…
ese cosmos inaudito exclusivo de un demente.

Que bellos versos y que triste historia desgarradoras imágenes las que dejas en en esa mente inmersa en las sombras y el desazón del alma,un placer leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba