JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Nunca nadie
le volvió a ver.
Comentaban los mayores
que el mar se lo tragó.
Que faenar sin los sentidos
es llamar a las sirenas
que tarde o temprano
reclaman su tributo.
Que no pudo resistir
que ella le dijera que no.
Que no sabía vivir
sin su alma gemela.
Su pequeño barco apareció
como fantasma perdido
en la playa de levante
un día de calma chicha,
y quien lo encontró
no halló ni rastro ni huellas.
Nunca más nadie le vio
ni se volvió a ver
su sombra
llena de pena.
le volvió a ver.
Comentaban los mayores
que el mar se lo tragó.
Que faenar sin los sentidos
es llamar a las sirenas
que tarde o temprano
reclaman su tributo.
Que no pudo resistir
que ella le dijera que no.
Que no sabía vivir
sin su alma gemela.
Su pequeño barco apareció
como fantasma perdido
en la playa de levante
un día de calma chicha,
y quien lo encontró
no halló ni rastro ni huellas.
Nunca más nadie le vio
ni se volvió a ver
su sombra
llena de pena.
Última edición: