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La silla de mi abuelo (soneto)

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Mi abuelo se sentaba en esta silla
en la tarde tranquila y silenciosa,
y, alguna noche fresca; jubilosa,
yo le daba un gran beso en la mejilla.

Mostraba, con amor, su alma sencilla,
miraba con mirada cariñosa,
decía: "niña ven dame una rosa
que la voy a prender en tu mantilla".

¡Ay, si hablara la silla de mi abuelo!
esta silla ya vieja y no segura
fue compañera fiel desde mozuelo,

contaría tal vez una aventura.
Quizás ahí a mi abuela enamorara
o puede que sentado la besara.

Chelo Álvarez.
1/1/2015


 

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
Absolutamente precioso tu soneto, Chelo: un prodigio de ternura y sensibilidad poética, que paso muy gustosamente a la fase de votación.

Un beso.
 
Querida Chelo, no tengo los conocimientos poéticos de José Luis Blázquez pero como a él tu soneto me parece una joya digna de enmarcarse. Ya te lo dije personalmente. Incluso me hiciste casi llorar leyéndolo.
Comprendo que nuestro común amigo y los demás miembros del jurado tengan una labor muy difícil a la hora de entregar los Premios, porque realmente es complicado elegir entre tantos magníficos poemas.
Felicidades por haberlo escrito, querida amiga.
Besos.
Francisco
 
Querida Chelo, no tengo los conocimientos poéticos de José Luis Blázquez pero como a él tu soneto me parece una joya digna de enmarcarse. Ya te lo dije personalmente. Incluso me hiciste casi llorar leyéndolo.
Comprendo que nuestro común amigo y los demás miembros del jurado tengan una labor muy difícil a la hora de entregar los Premios, porque realmente es complicado elegir entre tantos magníficos poemas.
Felicidades por haberlo escrito, querida amiga.
Besos.
Francisco
El mejor premio que puedo tener son los comentarios vuestros,
muchos besos querido amigo.
Chelo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Ver el archivo adjunto 4547

Mi abuelo se sentaba en esta silla
en la tarde tranquila y silenciosa,
y, alguna noche fresca; jubilosa,
yo le daba un gran beso en la mejilla.

Mostraba, con amor, su alma sencilla,
miraba con mirada cariñosa,
decía: "niña ven dame una rosa
que la voy a prender en tu mantilla".

¡Ay, si hablara la silla de mi abuelo!
esta silla ya vieja y no segura
fue compañera fiel desde mozuelo,

contaría tal vez una aventura.
Quizás ahí a mi abuela enamorara
o puede que sentado la besara.

Chelo Álvarez.
1/1/2015



Que hermosos recuerdos que despiertan junto a la imagen de la silla,un poema precioso de grandes remembranzas y bella musicalidad,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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