Chelo Álvarez
Miembro Conocido
Mi abuelo se sentaba en esta silla
en la tarde tranquila y silenciosa,
y, alguna noche fresca; jubilosa,
yo le daba un gran beso en la mejilla.
Mostraba, con amor, su alma sencilla,
miraba con mirada cariñosa,
decía: "niña ven dame una rosa
que la voy a prender en tu mantilla".
¡Ay, si hablara la silla de mi abuelo!
esta silla ya vieja y no segura
fue compañera fiel desde mozuelo,
contaría tal vez una aventura.
Quizás ahí a mi abuela enamorara
o puede que sentado la besara.
Chelo Álvarez.
1/1/2015