JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.
Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.
Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.