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Locura

Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.

Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.
 
Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.

Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.

No me hagas mucho caso Javier, pero quizás sea de lo mejor que hayas escrito. Y no digo que lo anterior no lo fuera, pero el ritmo que le has dado a este poema, la métrica que distribuye las pausas de manera muy razonable y acertada, y la musicalidad que conseguiste mediante la rima de sus versos, una rima que nace natural, sin fuerzas que la obligan hacen de este texto un bello poema.
Te felicito Javier.
Saludos, y fuerte abrazo.
 

Clavel

Miembro Conocido
Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.

Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.

Que bello poema,sin dudas ese amor que aunque no este deseas es quien te hace perder la cordura,muy bello,me encanto leerte,un abrazo.
 
Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.

Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.
Mi querido poeta, un poema con mucha fuerza y frenesí.
Bellísimo!!!!!
Te dejo todo mi cariño y un gran remuacssssss.
 
Bonito poema que no pierde la esperanza en la presencia de la persona amada que curará la herida de su ausencia. Saludos Javier, hay primavera para todas y todos.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.

Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.

Bella forma de estar loco ,loco de amor de pasión de deseos,un poema precioso y muy entregado y sensual,me encanto y ojala alcances la cordura,gracias por compartir,un beso grande.
 

MARIPOSA NEGRA

********
Javier este tema es sencillamente maravilloso, cada palabra y cada verso atrapan los sentidos, felicidades por tu locura y besos
 
La locura más bella del mundo la que es por amor plasmada con bellisima delicadeza en estos tiernos versos. Felicitaciones poeta Javier Tomas por este hermoso poema, se le saluda atte.
 

NelRamírez

Miembro Conocido
Hermoso poema Javier, siempre he dicho que tus poemas me llegan al alma.
Tu poema ha sido recitado en la radio del foro.
Abrazos y felicitaciones.
 
Tu voz me suena al tañido
que alegre repica, allá, en la otananza,
tocando sus notas, en viva danza,
campana inmune al olvido.
Suave penetra, como un vahído,
con la firmeza de una lanza,
que sin perder su camino, avanza,
hasta atravesarme y quedar herido.

Herido de amor, de ternura,
de lujuria y de deseo,
que aunque no estés, te veo,
tocado ya por la locura.
Enfermo estoy, sin cura,
ansiando el trofeo
que lance mi alma al apogeo
y me devuelva la cordura.
JAVIER

¡Cómo revela tu locura, la última
y soberbia estrofa de tu poema!

Un fortísimo abrazo,

Guillermo.

 

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