Quizás la locura es el refugio de los que de tanto sentir sin encontrar donde verter el sentimiento, abandonaron la cordura para ser por fin libres de expresarse sin miedos ni ataduras, o tal vez, la locura es simplemente estar vivo y permitirse el lujo incluso de sufrir.
Versos llenos de melancolía, dulzura y una fuerza tremenda.
Es una delicia leerte.
Besos!
Carmennnnnn...
Lo uno, y lo otro.
La locura nos llega cuando sentimos nuestras manos atadas, cuando la vida no te compensa por todo aquello que entregaste. La locura nos llega cuando uno se cansa de nadar, y guardar la ropa. Nos tiramos al agua y que pase lo que Dios quiera, por ello somos libres y así nos sentimos libres y vivos al poder hacerlo.
A veces, tenemos que pensar. Pero pensar, a veces, nos hunde un poquito más en la miseria. No vale ir siempre arregladitos, bien peinados y limpios de arriba a abajo, cuidando de dónde pisamos... No, la vida no es eso. La vida es saltar, pisar los charcos que nos dejó la lluvia, y chapotear con los pies en ellos; soltarse el pelo, que vaya a su aire, y que nos dé igual cómo llevemos la camisa, el pantalón o la falda... Y tú de ésto sabes, verdad Carmen?
La locura forma parte de la vida; y la vida sin una pizca de locura, no es más que el comienzo de la muerte.
Amiga Carmen, siempre me dejan buen sabor de boca tus comentarios.
Besos, y fuerte abrazo, amiga "manchega".