Madre: Pureza y vida

[Miguel Rodríguez]

MADRE: PUREZA Y VIDA


Se escuchan murmullos de primavera
entre los tibios brazos de la madre;
¡fruto exquisito; sangre de su sangre
recibe en su seno por vez primera,
tras nueve meses de sufrida espera!
¡Frente aperlada por la sudación
al dar a luz; gracia de concepción
divina del misterio de la vida;
prominente distinción concedida
a lo sublime de la creación!

Qué hermoso ver el rostro de mujer
después del gran milagro de la vida;
¡vida aferrada al vientre muy ceñida
esperando ansiosa el amanecer
divino, que lo abrigará al nacer!
Mujer, tu mirada es como la luna;
deslumbrante, pendiente de la cuna
vigilante al apacible sueño
del querube quieto y risueño
envuelto en la frazada que lo acuna.

Madre, yo siempre te he de agradecer
los momentos colmados de ternura,
en mis jornadas llenas de amargura
libraste mi alma al duro padecer
desde tu humilde vientre hasta el nacer.
¡Las horas de tu vida, una por una
fue para mi alma la mejor fortuna!
Comprendo hoy porqué nuestro creador
dispuso de una madre al redentor
al encarnarlo en la pureza de una.


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Todos los derechos reservados
Autor:
Miguel Rodríguez Meléndez

 

[José Luis Blázquez]

MADRE: PUREZA Y VIDA


Se escuchan murmullos de primavera (acento en 5ª)
entre los tibios brazos de la madre;
¡fruto exquisito; sangre de su sangre (falta de consonancia con "madre")
recibe en su seno por vez primera, (acento en 5ª)
tras nueve meses de sufrida espera!
¡Frente aperlada por la sudación
al dar a luz; gracia de concepción
divina del misterio de la vida;
prominente distinción concedida (acento en 7ª
a lo sublime de la creación!


Qué hermoso ver el rostro de mujer
después del gran milagro de la vida;
¡vida aferrada al vientre muy ceñida
esperando ansiosa el amanecer (acento en 5ª)
divino, que lo abrigará al nacer (acento correcto en 8ª, pero falta uno principal en 4ª o en 6ª)
Mujer, tu mirada es como la luna (sinalefa muy forzada entre "mirada" y "es" para que sea endecasílabo)
deslumbrante, pendiente de la cuna
vigilante al apacible sueño (leído de forma natural, este verso es decasílabo)
del querube quieto y risueño (9 sílabas o 10, dependiendo de cómo se lea)
envuelto en la frazada que lo acuna.


Madre, yo siempre te he de agradecer
los momentos colmados de ternura,
en mis jornadas llenas de amargura
libraste mi alma al duro padecer
desde tu humilde vientre hasta el nacer.
¡Las horas de tu vida, una por una
fué para mi alma la mejor fortuna (elimina el acento en "fué, ya que no lo lleva)
Comprendo hoy porqué nuestro creador
dispuso de una madre al redentor
al encarnarlo en la pureza de una (aunque es admisible, conviene no repetir palabras: en este caso, "una").


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Autor:
Miguel Rodríguez Meléndez

Miguel, tu poema es muy hermoso, pero para ser admitido a concurso necesita varias modificaciones que te destaco en rojo. Ten en cuenta que no deben mezclarse los endecasílabos heroicos, melódicos o sáficos -todos ellos con acentos en sílabas pares- con los dactílicos, que acentúan la 7ª sílaba. Y lo que no es admisible bajo ningún concepto es el acento en la 5ª sílaba, porque la única clase de endecasílabo que lleva acento en esta sílaba es el denominado "galaico antiguo" que por su peculiar forma de acentuar -sílabas 5ª y 10ª- no puede ser mezclado con ninguna otra clase de endecasílabos. Debes considerar a esta sílaba -la 5ª- como "prohibida", y tus composiciones mejorarán mucho en calidad.

Un saludo muy cordial.

 

[Asís]

Yo no puedo opinar en cuanto a métrica y rima porque no tengo conocimientos...pero en cuanto a lo que transmite tu poesía debo decir que me ha gustado mucho pues retratas perfectamente a la madre que lleva en su vientre al hijo, que lo trae a la vida, que lo cuida y proteje.
Qué lindo me parece encontrarme con poesía como la tuya.
Saludos cordiales
Asís Daniela

 

[Miguel Rodríguez]

Asís; gracias por tu comentario, amiga poeta Daniela. Mi inspiración fué en ese entonces mi hija cuando dió a luz a mi nieto. Agradezco infinitamente de nuevo tu comentario. Saludos.

 

[Miguel Rodríguez]

José Luis blázques; agradezco sinceramente las observaciones que me haces. Me agrada, y las considero muy valiosas ya que de esa manera es como podemos mejorar. Gracias, te envío un cordial saludo. Trataré de corregir.

Miguel Rodríguez.

 

[isidro4755parra@gmail.com]

Poeta Miguel, tu poesía es hermosa, un placer leerte. Abrazos.

 

[margui]

Valoro mucho cuanto expresas para mi es el acto mas bello, el alumbramiento, y lo logras bellamente, se ve que escribes con el corazon, mis felicitaciones,

 

[SANDRA BLANCO]

MADRE: PUREZA Y VIDA


Se escuchan murmullos de primavera
entre los tibios brazos de la madre;
¡fruto exquisito; sangre de su sangre
recibe en su seno por vez primera,
tras nueve meses de sufrida espera!
¡Frente aperlada por la sudación
al dar a luz; gracia de concepción
divina del misterio de la vida;
prominente distinción concedida
a lo sublime de la creación!


Qué hermoso ver el rostro de mujer
después del gran milagro de la vida;
¡vida aferrada al vientre muy ceñida
esperando ansiosa el amanecer
divino, que lo abrigará al nacer!
Mujer, tu mirada es como la luna;
deslumbrante, pendiente de la cuna
vigilante al apacible sueño
del querube quieto y risueño
envuelto en la frazada que lo acuna.


Madre, yo siempre te he de agradecer
los momentos colmados de ternura,
en mis jornadas llenas de amargura
libraste mi alma al duro padecer
desde tu humilde vientre hasta el nacer.
¡Las horas de tu vida, una por una
fue para mi alma la mejor fortuna!
Comprendo hoy porqué nuestro creador
dispuso de una madre al redentor
al encarnarlo en la pureza de una.


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Autor:
Miguel Rodríguez Meléndez

Miguel un hermoso poema,que hermoso vas describiendo el alumbramiento y el amor de los hijos por la madre,excelente poema,muy bello,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.

 

[Poyma]

Hermosos versos dedicados, poeta. Bella obra. Placer leer. Saludos y bendiciones.

 

[Elhi Delsue]

MADRE: PUREZA Y VIDA


Se escuchan murmullos de primavera
entre los tibios brazos de la madre;
¡fruto exquisito; sangre de su sangre
recibe en su seno por vez primera,
tras nueve meses de sufrida espera!
¡Frente aperlada por la sudación
al dar a luz; gracia de concepción
divina del misterio de la vida;
prominente distinción concedida
a lo sublime de la creación!

Qué hermoso ver el rostro de mujer
después del gran milagro de la vida;
¡vida aferrada al vientre muy ceñida
esperando ansiosa el amanecer
divino, que lo abrigará al nacer!
Mujer, tu mirada es como la luna;
deslumbrante, pendiente de la cuna
vigilante al apacible sueño
del querube quieto y risueño
envuelto en la frazada que lo acuna.

Madre, yo siempre te he de agradecer
los momentos colmados de ternura,
en mis jornadas llenas de amargura
libraste mi alma al duro padecer
desde tu humilde vientre hasta el nacer.
¡Las horas de tu vida, una por una
fue para mi alma la mejor fortuna!
Comprendo hoy porqué nuestro creador
dispuso de una madre al redentor
al encarnarlo en la pureza de una.


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Autor:
Miguel Rodríguez Meléndez

El comentario más reciente de este usuario data del 11/06/14. Suscribo la opinión de José Luis Blázquez, muy acertada por cierto, y lamento que el poeta no haya consentido o aplicado las correcciones necesarias para superar esta primera fase del Concurso. Muevo el poema al foro «Versos Generales». ¡GRACIAS por participar!

 

[Tony_Drüms]

MADRE: PUREZA Y VIDA


Se escuchan murmullos de primavera
entre los tibios brazos de la madre;
¡fruto exquisito; sangre de su sangre
recibe en su seno por vez primera,
tras nueve meses de sufrida espera!
¡Frente aperlada por la sudación
al dar a luz; gracia de concepción
divina del misterio de la vida;
prominente distinción concedida
a lo sublime de la creación!

Qué hermoso ver el rostro de mujer
después del gran milagro de la vida;
¡vida aferrada al vientre muy ceñida
esperando ansiosa el amanecer
divino, que lo abrigará al nacer!
Mujer, tu mirada es como la luna;
deslumbrante, pendiente de la cuna
vigilante al apacible sueño
del querube quieto y risueño
envuelto en la frazada que lo acuna.

Madre, yo siempre te he de agradecer
los momentos colmados de ternura,
en mis jornadas llenas de amargura
libraste mi alma al duro padecer
desde tu humilde vientre hasta el nacer.
¡Las horas de tu vida, una por una
fue para mi alma la mejor fortuna!
Comprendo hoy porqué nuestro creador
dispuso de una madre al redentor
al encarnarlo en la pureza de una.

Lindo poema estimado Miguel. Te felicito y espero poder volver a encontrar mas de tus obras. Te saluda, Tony.