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Muerte de la tarde en el río

En el remanso del río,
plácida duerme la tarde
las aves hacen alarde
de primor y señorío.
Yo contemplo y me sonrío
ante el candor de esa hora
y las aguas, sin demora
besan mis pies y se alejan
y entre caricias me dejan
su melodía canora.


En el cristal reluciente
se dora la faz del cielo
y es razón para el desvelo
esa visión transparente.
Es la brisa, mansamente
quien vuelve a traer el canto
de las aguas y su encanto
se funde con el paisaje
y el horizonte es un viaje
mezcla de vida y espanto.


¡Maravilloso momento!
Por irreal y soñado
tal vez , mejor apreciado
aunque a la tarde es tormento.
Que no hay bien que por un ciento
valga en toda su estatura,
pues la mayor hermosura
se acaba al morir el día
fundida en la letanía
de la noche y su negrura.


Alba Rivero.
 

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
Preciosas décimas, Alba, extraordinariamente descriptivas: a través de su lectura se "viven" literalmente las escenas.

Un abrazo.
 
Gracias amigo cocuzza por tu hermoso comentario y la reputación otorgada a mis letras.
Es con placer que se comparte, agradezco tu lectura y me alegra que haya sido de tu agrado.
Un abrazo.
 
En el remanso del río,
plácida duerme la tarde
las aves hacen alarde
de primor y señorío.
Yo contemplo y me sonrío
ante el candor de esa hora
y las aguas, sin demora
besan mis pies y se alejan
y entre caricias me dejan
su melodía canora.


En el cristal reluciente
se dora la faz del cielo
y es razón para el desvelo
esa visión transparente.
Es la brisa, mansamente
quien vuelve a traer el canto
de las aguas y su encanto
se funde con el paisaje
y el horizonte es un viaje
mezcla de vida y espanto.


¡Maravilloso momento!
Por irreal y soñado
tal vez , mejor apreciado
aunque a la tarde es tormento.
Que no hay bien que por un ciento
valga en toda su estatura,
pues la mayor hermosura
se acaba al morir el día
fundida en la letanía
de la noche y su negrura.


Alba Rivero.
ALBITA

¡Qué excelentes versos!

¡Felicitaciones querida amiga poetisa!

Abrazos y besos quiteños,

Guillermo.
 

Matilde

Miembro Conocido
En el remanso del río,
plácida duerme la tarde
las aves hacen alarde
de primor y señorío.
Yo contemplo y me sonrío
ante el candor de esa hora
y las aguas, sin demora
besan mis pies y se alejan
y entre caricias me dejan
su melodía canora.


En el cristal reluciente
se dora la faz del cielo
y es razón para el desvelo
esa visión transparente.
Es la brisa, mansamente
quien vuelve a traer el canto
de las aguas y su encanto
se funde con el paisaje
y el horizonte es un viaje
mezcla de vida y espanto.


¡Maravilloso momento!
Por irreal y soñado
tal vez , mejor apreciado
aunque a la tarde es tormento.
Que no hay bien que por un ciento
valga en toda su estatura,
pues la mayor hermosura
se acaba al morir el día
fundida en la letanía
de la noche y su negrura.


Alba Rivero.


Bellas décimas tengo el hermoso placer de leerte amiga Alba.

Gracias por compartir.

Abrazos desde mi bosque hasta Montevideo.
 
Bellas décimas tengo el hermoso placer de leerte amiga Alba.

Gracias por compartir.

Abrazos desde mi bosque hasta Montevideo.
Gracias de todo corazón, querida amiga. Es un gran placer volver a coincidir contigo y un honor el que estés en mis poemas.
Te devuelvo el abrazo con gran cariño.
 

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