JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Y lloró,
por qué no tenía palabras,
por qué no tuvo valor,
por qué su corazón tembló.
Y las lágrimas resbalaron
tiñendo su blanca piel
de desesperación
y amargura.
Su garganta,
oprimida,
no supo gritar por su vida
y alzarse contra el dolor.
Clavó sus rodillas al suelo
cubriéndose de humillación,
alimentándose de pena
y bebiendo de su culpa.
Así vivió,
así murió.
A nadie dio lástima
y por él
nadie lloró.
por qué no tenía palabras,
por qué no tuvo valor,
por qué su corazón tembló.
Y las lágrimas resbalaron
tiñendo su blanca piel
de desesperación
y amargura.
Su garganta,
oprimida,
no supo gritar por su vida
y alzarse contra el dolor.
Clavó sus rodillas al suelo
cubriéndose de humillación,
alimentándose de pena
y bebiendo de su culpa.
Así vivió,
así murió.
A nadie dio lástima
y por él
nadie lloró.
Última edición: