Severino Esteve
Miembro Conocido
Desde las sierras por los campos vengo
a la hora puntual en que anochece.
Se consumió la tarde y adolece
el cuerpo de descanso. Me detengo.
Se hizo el camino, como siempre, luengo.
Pastorear rebaños me parece
como un juego solar que el viento mece,
y durmiendo entre lunas me mantengo.
En los veneros de mi pueblo vivo,
laboro, sueño, pienso en la existencia;
pobre, sencillamente pobre, altivo.
Y a la noche, vestida de sentencia,
me desnudo, me templo, me adjetivo;
sin odios, sin rencores, sin urgencia.
a la hora puntual en que anochece.
Se consumió la tarde y adolece
el cuerpo de descanso. Me detengo.
Se hizo el camino, como siempre, luengo.
Pastorear rebaños me parece
como un juego solar que el viento mece,
y durmiendo entre lunas me mantengo.
En los veneros de mi pueblo vivo,
laboro, sueño, pienso en la existencia;
pobre, sencillamente pobre, altivo.
Y a la noche, vestida de sentencia,
me desnudo, me templo, me adjetivo;
sin odios, sin rencores, sin urgencia.