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Sentí la felicidad




Volaba, volaba tan alto que llegué al cielo
y sin darme cuenta, me encontré en el Universo,
entre tanta belleza quedé embelesada.
Sin darme cuenta, tropecé con la luna,



La miré y vi, como reía y las estrellas sonreían
aluciné entre tanta perfección
sin entender como había llegado tan lejos.


Atónita, observé fascinada tanta belleza.
La osa mayor, me invitó a subir a su carro
dando un paseo estelar, con brillo de luceros,
un cometa nos saludó y unos asteroides nos seguían
emocionada, comencé a llorar aturdida.


Y la luna que venía detrás, se percató de mis lágrimas
y me quiso acariciar.


Sentí tanta felicidad que les pedí quedarme
entre tanta maravilla.
La luna y las estrellas, comentaron entre ellas
llegando a la conclusión que debía volver a la tierra,
y con tristeza me despedí, acatando sus deseos.


En un frío hospital desperté, aturdida y consternada
un haz entró por la ventana, miré…
y vi, como sonreía la Luna y las estrellas reían
lloré, no se si de pena o alegría
y con su destello la Luna me acarició.


Quedé pensando si todo había sido un ensueño
producto de mi imaginación.
O fue tan real, como que cada noche
sale la Luna acompañada de las estrellas a pasear.


Desde la ventana vi… sonreír a los luceros.

Y sentí en mi corazón centelleos de felicidad.

Tanto amor que volví a llorar....
observando tanta belleza…vi amanecer de nuevo.







Autora: Carmen Roldán Gutiérrez- España


Reservados los derechos de autor.



 
Última edición:
Ahhhhhhhhh qué bonito!!! En verdad es una historia de exquisita belleza ¡Me encantó!. Felicitaciones Carmen Roldán por esta maravillosa historia, aplausos, reputación y saludos amiga poeta


 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,



Volaba, volaba tan alto que llegué al cielo
y sin darme cuenta, me encontré en el Universo,
entre tanta belleza quedé embelesada.
Sin darme cuenta, tropecé con la luna,



La miré y vi, como reía y las estrellas sonreían
aluciné entre tanta perfección
sin entender como había llegado tan lejos.


Atónita, observé fascinada tanta belleza.
La osa mayor, me invitó a subir a su carro
dando un paseo estelar, con brillo de luceros,
un cometa nos saludó y unos asteroides nos seguían
emocionada, comencé a llorar aturdida.


Y la luna que venía detrás, se percató de mis lágrimas
y me quiso acariciar.


Sentí tanta felicidad que les pedí quedarme
entre tanta maravilla.
La luna y las estrellas, comentaron entre ellas
llegando a la conclusión que debía volver a la tierra,
y con tristeza me despedí, acatando sus deseos.


En un frío hospital desperté, aturdida y consternada
un haz entró por la ventana, miré…
y vi, como sonreía la Luna y las estrellas reían
lloré, no se si de pena oalegría
y con su destello la Luna me acarició.


Quedé pensando si todo había sido un ensueño
producto de mi imaginación.
O fue tan real, como que cada noche
sale la Luna acompañada de las estrellas a pasear.


Desde la ventana vi… sonreír a los luceros.

Y sentí en mi corazón centelleos de felicidad.

Tanto amor que volví a llorar....
observando tanta belleza…vi amanecer de nuevo.







Autora: Carmen Roldán Gutiérrez- España


Reservados los derechos de autor.




Carmen
Una experiencia bellisima, aquella de tropezar con la luna y ver a las estrellas sonreír,
a veces no importa si fue real o no, lo importante es lo que se siente.
Felicitaciones y un abrazo con cariño
Ana
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO



Volaba, volaba tan alto que llegué al cielo
y sin darme cuenta, me encontré en el Universo,
entre tanta belleza quedé embelesada.
Sin darme cuenta, tropecé con la luna,



La miré y vi, como reía y las estrellas sonreían
aluciné entre tanta perfección
sin entender como había llegado tan lejos.


Atónita, observé fascinada tanta belleza.
La osa mayor, me invitó a subir a su carro
dando un paseo estelar, con brillo de luceros,
un cometa nos saludó y unos asteroides nos seguían
emocionada, comencé a llorar aturdida.


Y la luna que venía detrás, se percató de mis lágrimas
y me quiso acariciar.


Sentí tanta felicidad que les pedí quedarme
entre tanta maravilla.
La luna y las estrellas, comentaron entre ellas
llegando a la conclusión que debía volver a la tierra,
y con tristeza me despedí, acatando sus deseos.


En un frío hospital desperté, aturdida y consternada
un haz entró por la ventana, miré…
y vi, como sonreía la Luna y las estrellas reían
lloré, no se si de pena oalegría
y con su destello la Luna me acarició.


Quedé pensando si todo había sido un ensueño
producto de mi imaginación.
O fue tan real, como que cada noche
sale la Luna acompañada de las estrellas a pasear.


Desde la ventana vi… sonreír a los luceros.

Y sentí en mi corazón centelleos de felicidad.

Tanto amor que volví a llorar....
observando tanta belleza…vi amanecer de nuevo.







Autora: Carmen Roldán Gutiérrez- España


Reservados los derechos de autor.




Wowwww Carmen que preciosa poesía que importa si fue un sueño o una realidad si esos momentos mágicos despiertan la alegría y pintan sonrisas en tu rostro,precioso poema,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 
Gracias Caballo Negro. Es un honor para mi, que declames mi poema. Me encantó el sentir de tu declamación, con esa voz tan bonita. ¡¡FelicidadessSS!! por tan bello programa.BesossSS.
 

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