Apreciado tesoro, del cielo y tierra brotas
todo en ti es poesía, amor, desprendimiento.
Sabes dar a la vida tu sangre, fuerza, aliento,
y algunas veces dejas nuestras corazas rotas.
No se apaga tu magia cuando llegas por gotas
y en el orbe derramas soberano alimento,
agua risueña y pura...