Atrapada
en tu bosque espeso de besos,
en tus hojas ávidas de pasión;
en tu forma de hacer eso...
Atrapada, anclada
a tus árboles y a tu cemento.
No puedo liberarme de tu cárcel.
Grito, pido auxilio,
pero no me oyes.
Mi carcelero inclemente,
¡Devuélveme mi vida, la de antes!
Tus ramajes...