Dios donó al pueblo, el olivo,
y, del cielo, sus azules,
manos para que modules
el majestuoso olivar,
prestigio de un pueblo vivo.
Así es, de Férez, la tierra,
bella estampa de la Sierra
eres la beldad sin par.
Además al rico suelo,
lo dotó con bellas flores,
variopintas, de colores,
hasta el...